Nosotros
Misión
Avanzar en la recuperación educativa a través de la promoción de instancias de apoyo educativo, con el fin de que los niños, niñas y adolescentes se inserten y permanezcan en la estructura escolar formal
Visión
Que todos los niños, niñas y adolescentes se incluyan y permanezcan en el sistema escolar de manera exitosa.
La historia
La Escuelita Rebelde Chepuja nace a mediados de 2020, en plena crisis sanitaria, a través de un grupo de integrantes del Club de Lectura Rebelde. Estos/as voluntarios/as prestaron ayuda social en las ollas comunes levantadas en Antofagasta, y se percatan de la enorme necesidad de reforzamiento escolar de los/as niños/as en el recién conformado Campamento Altamira. De esta manera, la iniciativa de ‘recuperación educativa’[1] se hizo tangible a través del apoyo sistemático (semana a semana) con la lectura de cuentos y novelas.
Al comienzo, los/as voluntarios/as instalaron un Punto de Lectura en el Campamento Altamira. Luego de unos meses, un niño de 7 años, que llegaba puntualmente todos los domingos, le dice a uno de los/as profesores/as que su único deseo era aprender a escribir su nombre. En este punto es que se dan a la tarea de levantar un proyecto de Escuelita. En este proceso, se conoce el fallecimiento del poeta Antofagastino, Sergio Riquelme, “Chepuja”, destacado integrante del Club. En honor a él, y su profundo amor por los libros y el saber, se nombra definitivamente la Escuelita Rebelde Chepuja.
En términos concretos, este proyecto nace de la necesidad de apoyar a los niños, niñas y adolescentes del Campamento Altamira en su proceso educativo, en el marco de la Pandemia Covid- 19, pues las medidas de confinamiento llevaron a que las escuelas sólo pudieran realizar clases de manera online, por lo que, muchos/as estudiantes quedaron al margen del proceso escolar por problemas de conectividad o falta de dispositivos. Sumado a lo anterior, se agrega la fragilidad del contexto social y económico, por lo que la posibilidad de deserción escolar era muy alta. Lo que inicialmente era un apoyo escolar, se fue transformando en un apoyo permanente con una metodología más formal en diferentes asignaturas, y apoyo emocional y vínculos afectivos con sus profesores/as. Desde el 12 de septiembre del 2021, la Escuelita cuenta con un espacio propio al interior del campamento atendiendo aproximadamente a 80 estudiantes desde uno a dieciocho años.